El regreso de Salvatore Mancuso a Colombia, 15 años después de ser extraditado a los Estados Unidos, lo reciben con esperanza miles de víctimas del exjefe paramilitar en la Costa Atlántica confiadas en conocer la verdad y que haya una reparación, ahora en la Jurisdicción Especial de Paz.

Con el poder de las Autodefensas en la región, antes azotada por las guerrillas de las FARC, ELN, EPL, PRT y la CRSC, los grupos paramilitares se extendieron por los siete departamentos del Caribe, en muchos casos en complicidad con el Ejército y la Policía, y luego, aliados con el sector político. Así actuaron en los siete departamentos. 

“Desde Córdoba, hasta La Guajira. En todos los departamentos se distribuyeron los comandantes, todo tipo de negocios. La salud, las apuestas, el control de las universidades, el control de los municipios, de las rentas departamentales, el control de los combustibles, todos tuvieron algo que ver en el asunto. Fueron asumidos por uno u otro comandante paramilitar”, dijo el abogado José Humberto Torres, defensor de víctimas.

Contó que el primer jefe paramilitar aceptado en la JEP, en la entrevista personal que tuvo con él en una cárcel de los Estados Unidos, “me dijo que estaba dispuesto a contar muchas cosas que nos han dicho, pero que mantiene el temor por su vida, dado que muchos altísimos exfuncionarios del Estado y del Gobierno participaron con las AUC en esos crímenes”.

Reconoció que conocía temas relacionados con la cooptación que hicieron las AUC sobre el tema de la salud, "y como muchas personas, prestantes, en el caso de Barranquilla, y de la región, se beneficiaron, se lucraron de estos hechos,  y hoy tienen grandes emporios en materia de salud, de los cuales han sacado beneficios por lucro propio".  

El abogado Torres pone como ejemplo del accionar del paramilitarismo en la región, el poder y la intimidación que ejercieron en universidades públicas como la del Atlántico, Magdalena y Córdoba.

“Sin dudas, lo que ocurrió con las universidades, toda la arremetida paramilitar, el control político, el control social, el control militar que ejercían en las Universidades Públicas en el Caribe, es un tema de vital importancia. Tema de vital importancia lo que ocurrió en la masacre de El salado, la masacre de Chengue. Esas masacres tienen que salir a la luz pública”.

Además, señala el defensor de víctimas que si bien es cierto que la Corte Suprema de Justicia avanzó en lo relacionado con la actuación de senadores y representantes, en la Costa Caribe hay que determinar en el tema local, “vínculos de paramilitares con gobernadores, alcaldes, concejales y diputados”.

“Nada se ha dicho y es muy importante que se diga, igual que el vínculo de grandes empresas que durante mucho tiempo financiaron el proyecto paramilitar y se beneficiaron de los operativos de Autodefensas. Muchas cosas no se han dicho, muchas cosas sabe Mancuso”, finalizó